¿Es este el fin de la nostalgia como la conocemos?

¿Es este el fin de la nostalgia como la conocemos?

 

Fuimos testigos de cómo los años 80 volvieron a ser relevantes a nivel estético y artístico hace algunos años y aunque esto no ha dejado de ser importante en su totalidad, parece ser el turno de los 90’s :  desde «reboots» de La vida moderna de Rocko, una segunda película de Power Rangers y adiciones menos conocidas pero igual de la época como Capitán Marvel, de quien se anunció su propia película y su aparición en la segunda parte de la conclusión de Avengers.

 

Hemos visto varios resurgimientos retro en el pasado. Pero el actual vistazo atrás de los 90’s podría ser realmente importante y tal vez el más grande que vayamos a tener como una obsesión tan unificada. Este efecto que llamamos “nostalgia de contenido” podría ser el último que vivamos, con la inclusión de contenido inspirado en esa década.

 

Todos sabemos que la nostalgia por lo pasado no es algo nuevo y recurrir a contenido de los años 90 es sólo un paso más de este ciclo. La palabra nostalgia viene del griego νοστος (nostos = regreso) y αλγος (algos = dolor) Está enfocada en el añorar ese tiempo pasado donde todo era mejor, sin embargo, es en los últimos 50 años cuando ha desarrollado un enorme poder y rentabilidad.

 

Empezó a cobrar poder en los años 70;  cuando los Baby Boomers, productores y directores de Hollywood, reviven sus adolescencias y niñez de los 50’s y 60’s con producciones como «Grease», «Happy Days» y «American Graffitti». Otros, como «Los años maravillosos» y «Volver al futuro» mantuvieron la tendencia viva en los 80’s y cuando llegaron los años 90, continuaron programas y películas como «That 70s show y «Dazed and Confused».  Al entrar al nuevo milenio, la atención se posó sobre refritos y versiones de clásicos ochenteros como «Transformers», G.I. Joe y producciones originales, pero utilizando el recurso de nostalgia como «I love the 80’s” en VH1 y «Stranger Things» en Netflix.

 

De alguna manera nos hace preguntarnos, ¿por qué no existió una locura retro por los años 20’s o los 1800? Esto sucede porque las personas crecemos consumiendo contenido y cuando tenemos la edad para empezar a producirlo hacen esta cultura, plasmado en shows, música y películas inspirado en la era que los vio crecer. George Lucas creció viendo a Flash Gordon y películas de vaqueros. Los hermanos Duffer, consumiendo Stephen King y Steven Spielberg, esta influencia se nota en los personajes y desarrollo de su mega hit «Stranger Things».

 

A diferencia de generaciones anteriores, que tenían que esperar a que volvieran a poner la película en televisión o apoyarse en sus memorias, las nuevas generaciones cuentan con una gran documentación de todo este contenido de su juventud, gracias a Internet.

 

Esto, es lo que podría marcar la diferencia del futuro del contenido, los creadores de contenido influenciado en los 90’s, van a poder hacer la recreación más fiel a lo original hasta el momento, por eso se vuelve una espada de doble filo. El poder de la nostalgia se nutre mucho de nuestra memoria imperfecta, no podemos recordar todo con perfección ni absoluta claridad, se trata más de la experiencia que se tuvo, de las emociones que este momento creó, que de los detalles y la verdad absoluta de lo que sucedió. Los creadores del futuro, no van a tener que recordar el momento, sólo basta una búsqueda en YouTube o sus posteos antiguos de Facebook para tenerlo a la mano y experimentarlo de nuevo, pero en gloriosa resolución 4k. Y es cuando podemos ver el pasado con todos sus detalles e imperfecciones que nuestros lentes color rosa se vuelven más realistas.

 

El mayor enemigo de la nostalgia, es la debacle de la Monocultura.

 

Los “late Millennials” y todas las generaciones anteriores crecieron en un mundo donde se consumían 3 canales de televisión, dos periódicos, se escuchaba las canciones que tenían la suerte de llegar a la radio, se veía una película una sola vez en el cine y si era realmente buena, se alquilaba una vez al mes en el videoclub. La razón por la que una producción como «Luis Miguel la Serie» fue tan exitosa es porque todos experimentamos la vida este personaje y su desarrollo a la fama, cuando la cultura vuelve con nostalgia, pega realmente duro. Los «Thundercats» y «Rugrats» fueron un hit, porque en ese momento no había muchas más opciones para consumir y fuimos sometidos a compartir una sola cultura popular.

 

Con la entrada del nuevo milenio, de repente tenemos toda esta cultura disponible a la mano, basta con armar nuestro «playlist» en Spotify para tener toda la música que queremos directamente a nuestros oídos y con solamente encender el televisor, podemos ver una película en cuatro tractos, a lo largo de una semana, empezando exactamente donde la dejamos. Lo que solía ser una experiencia compartida por todos, paso a ser algo más personal. Ahora podemos escoger exactamente qué cultura queremos consumir e ir y compartir con personas que piensan igual que nosotros en Internet. Esta cultura popular o «mainstream» se separó en miles de sub-culturas que se tornaron imposibles de seguir para una sola persona.

 

¿Como se vería un concepto «retro» de los años 2020 cuando ya no exista un «zeitgeist» que haga referencia a lo que todos experimentamos? Todos vamos a haber experimentado una década de manera completamente personal, lo cual lo hace sumamente difícil de referenciar. ¿Cómo haría un creador de contenido del 2040 para crear nostalgia, influenciado por un show como «Luis Miguel la Serie» que está basada en un ícono latino de una época que no vivió? El espíritu retro de los 90’s que estamos por experimentar, podría ser el final de la nostalgia como la conocemos.

 

No hay manera de predecir qué nos tiene preparado el futuro del contenido para nosotros y esta “nostalgia” podría dejar de existir, pero eso no es tan malo. Esto podría ser un renacimiento de inspiración y creatividad para los futuros creadores que apela a la originalidad y la innovación, en vez de seguir nutriéndose del pasado para crear refritos y «remakes» Tal vez, darle cabida a esas voces que no se logran escuchar por todo el ruido o explorando que tienen las minorías para ofrecer.

 

Esto es solo una hipótesis de que podría suceder, me gusta pensar que la cultura se desayuna a la estrategia todas las mañanas, así que nada está escrito en piedra ¿Qué piensan? ¿Será este el último cartucho de la nostalgia como la conocemos? ¿O vamos a ver el regreso de los Vines, los Spinners y refritos de Costa Rica en el Mundial 2014?

Juan José Coto, Director de Planeamiento Estratégico e Innovación