Tannia Moya, Directora de Comunicación
Actualmente vivimos en un mundo de gran riqueza informativa y fácil acceso a los datos, casi que en segundos, apenas se genera un hecho y gracias al uso de dispositivos móviles, se conocen sucesos, que se publican y viralizan en redes sociales; creando tendencias en cuestión de minutos. Sin embargo, no podemos perder de vista que, no siempre lo que se publica es real, y que muchas veces nos vemos frente a un fenómeno tan peligroso como invisible que se llama: la desinformación.
Con la llegada de la Inteligencia Artificial el tema se complica, porque son herramientas que pueden reproducir piezas sofisticadas, inventando historias de manera muy convincente, usando imágenes reales y colocando textos falsos, o bien reproducción casi de manera exacta la voz de alguna persona diciendo algo que nunca dijo ,en fin: nos inundan cada día los videos falsos (deepfakes), imágenes generadas por IA y textos redactados con precisión quirúrgica que pueden parecer más reales que la verdad misma.
¿Formas parte de chats en Whatsapp en donde hay personas confiadas y de buena fe que comparten “noticias” falsas, alarmas infundadas o teorías sin fundamento? Yo sí.
Mi recomendación ante todo lo que vivimos, no es caer en la paranoia y que no creamos en nada de lo que vemos; simplemente sugiero que antes de compartir verifiquemos siempre la información, buscando en Internet fuentes confiables, como medios de comunicación oficiales, voceros reconocidos, etc.
En resumen seamos críticos, busquemos diferentes puntos de vista, investiguemos primero antes de ser utilizado como propagador de datos falsos o inexactos, porque justamente eso es lo que, de manera mal intencionada desean los propagadores de la desinformación.
Hay una frase que he escuchado por ahí que dice: la verdad no siempre grita más fuerte que la mentira, así que afinemos nuestro instinto y seamos usuarios responsables.