6 Consejos básicos para realizar teletrabajo, sin morir en el intento

6 Consejos básicos para realizar teletrabajo, sin morir en el intento

 

Así de entrada, puedo confirmarle a usted, estimado lector, que el título intenta parcialmente ser un clickbait: no creo que nadie llegue a comprometer su vida por una jornada de trabajo malograda en casa; a pesar de ello, le insto a dar una revisada rápida a estas sugerencias; dado que siempre pero hoy día con más razón,  nuestro equipo tecnológico se convirtió en nuestro gran aliado no sólo para trabajar sino para socializar en estos días de confinamiento sanitario. Sobra decir que no están pensadas para ser extensivas, únicas ni universales, pero en términos bastante generales no harán daño a nadie, todo lo contrario:

  1. Cuide que su computadora no se caliente:  Tenga presente que las computadoras no ‘se llevan’ básicamente nada con el calor. La mayoría de nuestras oficinas tenemos a favor el aire acondicionado, pero en casa no siempre; por tanto, intente trabajar lejos de fuentes de sol o de calor (como un tragaluz). Coloque su equipo sobre una superficie lisa,  para que el equipo ‘respire’ mejor, ya que los ventiladores podrán expulsar más fácilmente el aire caliente y los disipadores trabajarán menos. Si vive en una zona realmente caliente, adquiera una base para laptop, tienen ventilación adicional y además favorece el ángulo de visión. También tenga mucho cuidado que el lugar donde la guarda tenga ventilación. Evite a toda costa colocar la computadora en el regazo o encima de la cama, salvo que sea por periodos realmente cortos de tiempo, esto también aplica para movilizarla: salvo que disponga de un dispositivo de almacenamiento sólido (SSD) no se recomienda mover bruscamente una computadora con disco duro, podrían generarse daños de hardware.
  2. Evite comer o tomar líquidos cerca de la computadora. Aunque parezca obvio y básico no lo es; he presenciado gran cantidad de pérdidas de equipos por esos pequeños incidentes que pensamos “a mi nunca me pasará”. Además, los restos de alimentos se van alojan dentro del teclado y van tapando canales de ventilación y ventiladores; por otra parte cualquier derrame de líquido, es un potencial daño grave en un equipo. Si aún así necesita tomar agua o algún otro líquido, intente utilizar botellas con tapas de seguridad, que limiten el flujo de líquido en caso de una caída (el agua de un vaso se derrama completa en instantes, el agua de una botella con tapa demorará más en salir).
  3. Establezca horarios. Los que hemos trabajado desde casa repetimos como mantra una frase: ‘se trabaja más en la casa que en la oficina’ y esto, la mayoría de las veces, es cierto; después de todo, ¡tenemos más tiempo para hacerlo! Evitamos viajar en autobús o conducir, podemos comenzar más temprano o terminar más tarde (la mayoría de veces trabajaremos sobre objetivos más que sobre horas) y en general al estar algo más aislados del ambiente laboral (en ocasiones concurrido y/o ruidoso) vemos favorecida nuestra concentración, lo que hace que las horas ‘vuelen’. Sin embargo, aún así, es importante organizarse y mantener las rutinas laborales más o menos habituales; tomar nuestro periodo de almuerzo, ‘salir’ en punto o lo más en punto posible, cerrar la laptop al final de la jornada y no abrirla de nuevo salvo casos de emergencia que lo ameriten, entre otros. En tiempos de coronavirus posiblemente acabemos usando estas horas libres para ver una películas, revisar Facebook o Twitter, pero está bien: la mente necesita descansos laborales, puntos y aparte hasta el siguiente día.
  4. La comodidad y ergonomía importan. Aunque posiblemente los que más se identifiquen con esto tendrán más de 30 años (bueno, tendremos) aplica para todos, previendo posibles implicaciones futuras de prácticas inadecuadas presentes. Disponer de una silla cómoda, ojalá con soporte lumbar, mantener nosotros una buena postura al momento de sentarse, usar un escritorio suficientemente cómodo y de altura adecuada (incluso más de uno se aventura con escritorios para trabajar de pie), es básico en estos días. Intente poder ver la pantalla sin necesidad de jorobarse, para eso se recomiendan monitores ajustables en altura, pero no todos dispondrán de uno, o bases especiales para ello así que recuerde ponerse de pie, moverse y estirarse. El hardware también importa; intente buscar un buen punto de equilibrio de precio, entre calidad y comodidad. Pasa igual con los auriculares: yo, por ejemplo, como vivo en una zona caliente y sin aire acondicionado jamás utilizaría unos auriculares de diadema, prefiero unos in-ear, ya sea cableados o no pero adapte su espacio de trabajo a su gustos, dentro de lo posible. Y sí, esto le generará un gasto, pero recomiendo verlo como inversión: si está más cómodo, podrá dedicar más tiempo a producir de forma constante que si no está con dolores de espalda, cuello o enojado porque su ratón no sirve como esperaría.
  5. El Internet es más que ‘el Internet’. Este punto es clave y muchas veces se deja de lado, en parte por desconocimiento técnico: nada, pero absolutamente nada hago (por ejemplo) con un Internet de 100MB de fibra óptica si dispongo de un router WiFi que compré en promoción hace cinco años en un almacén. Las tecnologías han cambiado muchísimo durante los últimos años y también nuestros requerimientos: ya no necesitamos solo conectar la computadora, sino el televisor, los teléfonos, las consolas y algunos más osados hasta las bombillas, el hardware del asistente virtual y el frigorífico. WiFi 6, M-MIMO y doble frecuencia son algunas de las mejoras que los fabricantes de dispositivos de red comienzan a incluir, o están ya incluyendo, en sus equipos; pero hay un problema, el precio: un router de gama media-alta suele rondar los 150 dólares, que es mucho más a lo que el promedio de familias estarían dispuestas a gastar. ¿Alternativas? La más inmediata y barata: cables de red, son baratos y fiables (solo tendrá que tener cuidado de no tropezar con ellos). Si no, pida asesoría antes de realizar una compra, porque no, ‘no es solo el Internet’ hay otros factores que pueden afectar su experiencia de acceso a la red.
  6. Veamos estas circunstancias como una oportunidad. Una de las principales dudas de los empleadores más tradicionales respecto al teletrabajo es ¿ cómo sé que la gente no se pondrá a ver televisión en horas laborales? ¿o que no dedicará el tiempo que debería a su trabajo? Y pues bien, son preguntas válidas, después de todo, quizá uno que otro trabajador lo haya hecho, tentando a la suerte claro. El trabajo desde casa es una gran oportunidad para cualquiera, otorga confianza por parte del empleador en esta persona y le asigna responsabilidades más que ‘horas oficina’; se trabaja por objetivos; así que mi consejo es que cumpla con sus responsabilidades; gánese la confianza de su equipo de trabajo y  básicamente lo mismo que haría en la oficina, pero ahora desde una nueva oficina, en casa.

Pasamos por una coyuntura complicada pero veámoslo como una oportunidad, el teletrabajo venía abriéndose espacio desde hace tiempo,  favorece la creatividad del trabajador; reduce costos, y hoy día nos está permitiendo, al menos en UNIMER,  seguir desarrollando productos online para nuestros clientes  y también mantenernos en contacto con nuestro equipo de trabajo y nuestra familia, a pesar de la distancia. Aprovechémoslo.

Rolando Quirós, Director de Tecnología de UNIMER Centroamérica