Dejemos de hablar con tapujos: las 7 plagas no terminarán de caer todavía

Dejemos de hablar con tapujos: las 7 plagas no terminarán de caer todavía

 

Karina Preuss, Directora de Inteligencia de Negocios de UNIMER

Pandemia, avispones asesinos, langostas, caída del precio del petróleo, brote de sarampión, dengue, huracanes, explosiones… ¿Será que el año terminará con la invasión alien?

Ante esto, ¿cómo reaccionar a nivel de comunicación, mercadeo y ventas?

Si bien es cierto en esta época se necesita una dosis de positivismo, también se requiere una de realismo. No se trata de ser insensibles ante la situación, sino de poner las barbas en remojo y que empresas, marcas, productos y/o servicios accionen en pro de la economía centroamericana.

Han pasado ya 5 meses desde que inició la pandemia en la región y muchos aún están en espera de que se termine, para volver a la vieja normalidad.

La situación que enfrentamos ha hecho estragos a nivel de vidas, salud, economía y muchísimos más. Entonces, ¿por qué insistimos en negar lo que está al frente de nuestras narices? ¡Hasta la misma OMS aseguró que NO se regresará a la vida que se tuvo!

Si no se ha aceptado que el Covid 19 cambió la forma de vivir para siempre, ¡ES HORA DE HACERLO! Esta crisis sanitaria transformó y maximizó todo. Ha generado más ruido de comunicación que nunca, lo que ha hecho que actualmente para los marketeros, comunicadores, comerciales y distintos cargos en las organizaciones sea mucho más difícil ganarse un espacio en el corazón de los consumidores y que sus marcas sean elegidas por sobre otras.

En el Estudio Nacional Costa Rica Social 2019, TRIBUS MODERNAS de UNIMER, se ratificó que ya no se estaba compitiendo solo dentro de la misma categoría, sino contra todos los rubros en los que el comprador/consumidor debía destinar sus ingresos y ya desde el año pasado podía accionar mucho más sobre sus gastos que sobre sus entradas de dinero. Con esto como base y, aun cuando, la investigación es vital para comprender los mercados, podemos determinar sin mucho especular que esto se volvió exponencial este 2020.

¡Por supuesto!, cada país de Centroamérica posee características y contextos distintos. Ahora, la verdad es que, sin importar las diferencias, las preguntas que vienen a la cabeza de quienes se encargan de colocar productos y servicios en la mente de los compradores y/o consumidores son: ¿cómo proceder?, ¿qué estrategia seguir?, ¿cómo ser sensibles sin dejar de mover la economía de los países y región? Y pareciera que la única respuesta es otra pregunta: “y ahora, ¿quién podrá defendernos?”.

Pero en realidad la estrategia de defensa es clara, más no, por esto, sencilla. Consiste en un esfuerzo omnidireccional que debe surgir de una serie de acciones que permitirán sobrevivir para después potenciarse como muchas marcas lo hicieron luego de la gran depresión del 29 y de la segunda guerra mundial.

Algunas acciones que se pueden tomar son:

  • ¡No dejar de investigar! Hoy día el mercado es totalmente personalizado, individualizado y altamente “virtual”. Además, el presupuesto de los hogares y familias debe ser muy bien repartido y solo conociéndoles verdaderamente se podrá subsistir en el mercado. Se regresó a un mercado virgen y desconocido y es necesario saber cómo es este nuevo cliente.
  • Desarrollar alianzas inimaginadas. Siempre se ha creído que para salir adelante es necesario contar con otros y ahora es todavía más real. ¿Alianzas con competidores? ¿Con compañías que no se consideraban pudieran ser socios comerciales? ¡No hay límite! La pregunta para generar una alianza es si existe la posibilidad de crear negocios redituables, de valor, con posibilidad de éxito. Sin importar que no sea el giro en el que se posea el mayor “expertise”.
  • Apostar por viejos-nuevos mercados. Dirigirse a mercados que han tomado fuerza en los últimos años y que no se han considerado todavía puede significar permanecer y mantener la compañía a flote. En el artículo Los impactos diferenciados en la reactivación económica centroamericana post COVID-19 se hace referencia al protagonismo que el PÚBLICO FEMENINO ha tomado. Este es un público objetivo que podría ser interesante en estos tiempos y se ve respaldado, nuevamente, por el estudio TRIBUS MODERNAS el cual aunque se centraba en Costa Rica, ya mostraba justo la fuerza que ha tomado la mujer en la economía.

Otra oportunidad podría ser el dirigirse a segmentos “más viejos o de mayor edad”. El mundo se está envejeciendo y existe ahí un segmento, de pronto, no tan bien aprovechado.

  • Vender productos y servicios nunca pensados. En tiempos en que muchos de los recursos de las organizaciones se encuentran ociosos, es momento de considerar ofrecer servicios y productos que no se pensaba iban acorde a la línea del negocio. Consiste en el desarrollo de productos y servicios “impensados” que sí son y serán necesarios y aceptados en la nueva normalidad. Es buscar mercados que jamás imaginamos podrían generar ingresos. ¿Venderle al gobierno? ¿A entidades no gubernamentales y/o de cooperación internacional? ¿Tercerizar los recursos? Una vez más, nuestra mente es el límite.
  • Apoyar a consumidores/compradores. El dinero es escaso en la calle. Las personas recordarán a aquellas marcas que les brindaron la mano. Marcas que lanzaron al mercado productos accesibles que podrían comprar. Marcas que alimentaron a sus familias. Marcas que fueron más allá. Marcas que educaron, marcas ayudaron a ahorrar. ¡Hay mucho por hacer!
  • En resumen, ¡CREAR ESTRATEGIAS FUERA DE LA CAJA! Cuando se habla de estrategias innovadoras y creativas se refiere a generar impacto y recordación en el público objetivo. ¡Es más que comunicación y mercadeo! Obliga a un apoyo multidireccional entre gobierno, empresas, competidores y consumidores.

Estrategias y tácticas hay, la pregunta es si nos vamos atrever a seguirlas. Vienen años difíciles para todos. Las estrategias si antes no podían limitarse, hoy en especial toman un color de responsabilidad social corporativa donde estar dispuesto a lo que no se estuvo en el pasado puede ser la clave de sobrevivencia para consumidores, economías, países en general y sobre todo para las empresas a las que se pertenece y en las que marketeros, comunicadores y comerciales tienen una gran responsabilidad.

Recuerde: ¡EL QUE NO ARRIESGA, NO GANA!