El poder de la Inteligencia emocional en las empresas

El poder de la Inteligencia emocional en las empresas

 

Tannia Moya Quirós, Directora de Asuntos Corporativos

 Hoy día las empresas buscan personal con habilidades blandas que son aquellas que impulsan la inteligencia emocional. También conocidas como “soft skills” o habilidades socioemocionales; se basan en el desarrollo de valores entre sus colaboradores que les permitan trabajar en equipo, fomentar la comunicación, el ambiente laboral agradable y de crecimiento mutuo, así como relaciones profesionales efectivas.

La inteligencia emocional es esencial en la vida, si lo analizamos con calma, es un tema que nos afecta directa e indirectamente, tanto en nuestro ámbito personal, familiar, como laboral, y al final incide en nuestra capacidad de ser felices.  Una persona con alta inteligencia emocional no permite que nadie le robe su paz interior.

En pocas palabras la inteligencia emocional es la capacidad que tenemos cada uno de nosotros de percibir, comprender, expresar y gestionar nuestras emociones, o sea, cuanto más hábiles seamos para manejarlas y expresarlas, mejor entenderemos las emociones de los demás y podremos desarrollar mayores habilidades de comportamiento social.

Daniel Goleman, psicólogo, periodista y escritor estadounidense, señalado por algunos como el padre de la Inteligencia Emocional; afirma que una persona pueda destacarse en su trabajo y yo agrego “en la vida”; si cuenta con algunas características esenciales como: autoconciencia emocional, autocontrol, adaptabilidad, orientación al logro, visión positiva, empatía, conciencia organizacional, influencia, orientación y tutoría, manejo de conflictos, trabajo en equipo, liderazgo inspirador.

La buena noticia es que la Inteligencia Emocional se puede desarrollar y aumentar, así que hoy les compartiré 3 fundamentos básicos:

  1. Conocerse a sí mismo es esencial. Identifique sus emociones y sentimientos. Descubra qué le afecta, qué le provoca, qué lo calma o inquieta. Aprenda a controlar su carácter.
  2. Analice antes de actuar y oriéntese al logro: piense si su reacción ante una situación determinada, va a mejorarla o empeorarla. Recuerde que no todo es personal y valore si lo que va a hacer o decir lo acerca o aleja de los logros que desea alcanzar; tanto de manera individual, familiar o en su equipo.
  3. Desarrolle la empatía: entendida como la capacidad de escuchar a los otros, de sintonizar con sus necesidades y sentimientos. Goleman dice que la empatía es algo que toma tiempo y aconseja “ponerse en los zapatos de los demás”. Trate de comunicarse de manera clara y efectiva, cuidando sus gesticulaciones y su tono de voz.

 

Para terminar tome en cuenta que, hoy día se sabe, que las personas más resilientes, son aquellas que tienen mayor equilibro emocional  y eso les permite soportar y sobrellevar de mejor forma situaciones de estrés y presión; como las que hoy estamos viviendo. ¡Así que manos a la obra, vale la pena desarrollarla!