Escrito por Marika Smith
Gerente General, UNIMER Panamá
A más de 90 días de haber llegado el Covid-19 a la región centroamericana y de aplicarse las normas de distanciamiento social; los seres humanos hemos buscado formas de mantenernos en contacto con nuestros seres queridos, aquellos que nos dan fortaleza, alegría y deseos de vivir… y para muchas personas, uno de estos seres amados es Dios.
En el reciente estudio realizado en abril por UNIMER Panamá, denominado: “Cómo nos sentimos los panameños”; descubrimos que más del 60% de ellos ha sentido miedo, tristeza y enojo; ante los eventos relacionados con el confinamiento y la pandemia. Por eso, ha cobrado gran importancia acercarse a todo aquello que nos genera bienestar, confianza y esperanza.
Aunque la espiritualidad es inherente al ser humano y no está necesariamente ligada a una congregación religiosa, es verdad que, para muchos, el compartir sus creencias y su fe a través de una religión organizada, le permite obtener consuelo y mantener viva la esperanza y la certidumbre; ante momentos de duda y temor, especialmente porque no está solo y se siente “en comunidad”.
De allí que, ante la pandemia y las medidas de confinamiento y prohibición de aglomeración de personas; diferentes religiones como la católica, episcopal, protestante, cristiana, entre otras; dieron pasos ágiles hacia el uso de la tecnología para desarrollar actividades religiosas grupales y acercarse a las personas virtualmente.
Particularmente en Panamá, diferentes corrientes religiosas han organizado misas, cultos, clases, catequesis, entre otras, en diferentes horarios, con el fin de llegar a la mayor cantidad posible de fieles en consideración de las diferentes ocupaciones actuales.
Aunque la televisión, la radio y varias redes sociales ya venían siendo activas en la transmisión de algunos eventos religiosos, herramientas que permiten la interacción grupal como Zoom, Facebook Live e Instagram Live, han surgido como soluciones para la práctica de la espiritualidad en comunidad. Para los que lo han experimentado, no es un secreto que el poder verse y saludarse virtualmente, así como compartir sus testimonios de fe y dar y recibir apoyo, es un factor protector para su salud mental y física y un canalizador de las emociones.
Redes sociales como Youtube, WhatsApp y el correo electrónico, han permitido continuar proyectos de capacitación, grupos de vida, devocionales y estudios bíblicos, entre otros. Durante este periodo y en forma muy marcada, muchos creyentes han aprovechado para acceder a información que les permite un tiempo de reflexión, de mirar hacia adentro para poder continuar. Igualmente, han tenido la opción de participar en diferentes actividades: conciertos de bandas religiosas, grupos de oración, rezo del Rosario y festividades puntuales e importantes como la Semana Mayor. Todo esto a nivel de un templo o iglesia en particular, pero también a nivel nacional e internacional.
Conforme la pandemia se vaya controlando, se empezarán a dar las aperturas de las diferentes instituciones religiosas en Panamá, y aplicarán para ellas las medidas de bioseguridad que el MINSA exija, como mínimo sabemos que deberá darse el distanciamiento y el control de la capacidad en los templos para llevar a cabo físicamente las actividades. Con todo este tiempo transcurrido y la experiencia vivida en el uso constante de las herramientas tecnológicas, no dudamos de que su uso continuará en los hogares de los cientos de creyentes que prefieran seguir conectados de esta forma. El aporte tecnológico ha sido fundamental durante la pandemia en cualquier círculo, y la Iglesia en general, no se quedó rezagada y los fieles tampoco.
Como indicábamos en un blog anterior, se nos ha pedido permanecer aislados mas no sufrir en aislamiento. El Covid-19 nos ha cambiado la vida de muchas formas, pero definitivamente, no podrá con lo más valioso que tiene el ser humano, su espiritualidad y su capacidad de resiliencia.
Sobre el estudio:
“Así nos sentimos los panameños”
Fecha del trabajo de campo: 18-28 abril, 2020
Para consultas o adquirir el estudio de manera gratuita escriba a :
Guido Romeo, [email protected], cel. 6781-6137
Beatriz Zumbado, [email protected], cel. 6676-3851