¿Por qué nunca me han encuestado?

¿Por qué nunca me han encuestado?

 

Frecuentemente nos consultan sobre este tema;  sobre todo en estudios de opinión pública; donde aseguramos que para analizar la opinión de todos los ciudadanos del país es suficiente con tomar una muestra representativa de 1.200 personas y aplicarles una entrevista cara a cara.

Para efectos didácticos el típico ejemplo que se menciona como sinónimo es que para conocer algunas variables de nuestra salud en general, es suficiente extraer una pequeña muestra de nuestra sangre; ya que se asume que el comportamiento de la sangre del brazo es homogénea con la de todo el cuerpo.

En investigación de mercados, la respuesta tiene que ver básicamente con el diseño de la muestra. Las empresas que trabajamos con rigurosidad científica nos preocupamos por elegir, a través de procedimientos estadísticos estrictos basados en la ley de las probabilidades y en los datos censales oficiales del país; una pequeña porción de la población que permite inferir sobre la conducta de toda una población.

Considerando lo anterior, es obligatorio que en la muestra estén representados todos los grupos de interés es decir la cantidad de hombres y mujeres, de las diversas edades, niveles socioeconómicos, lugares de residencia; etc; en la proporción en que están en la población nacional y eso es justamente lo que consideramos en nuestros estudios. Sin embargo, como en la muestra se seleccionan 1200 personas de 2.8 millones de posibles participantes (población adulta de Costa Rica), la probabilidad de formar parte de esa consulta nacional es de 4 en 10 mil (0.0004) y de ahí que no hay que sorprenderse si nunca hemos sido encuestados nosotros o nuestro círculo de conocidos.

Cuando se reporta el resultado de una muestra, ese número o porcentaje no es tan exacto, como si se hubiera realizado la misma pregunta a toda la población, pero la diferencia se puede estimar  y podemos decir cuánto se aleja el resultado de la muestra, de lo que ocurre realmente en la población.  A eso se le conoce como el margen de error que tiene la muestra. En un estudio de opinión pública con una muestra de 1200 personas, el margen de error de 2.8 puntos porcentuales (al 95% de confianza).  Eso quiere decir que tengo una confianza del 95% (no 100% pero si de 95%) de que el porcentaje que estoy reportando para la muestra no se aleja más de 2.8 del porcentaje de la población.  Por ejemplo, si el 45% de la muestra dice que el principal problema del país es la inseguridad ciudadana y delincuencia, entonces estamos 95% seguros que en la población ese porcentaje oscilaría entre 42.2% y 47.8%.